English version below
Dos amigos, Kevin y Dan, se sientan sobre la hierba, sacando sus guitarras de las fundas para ensayar unas canciones. Se disponen a practicar de cara a un evento musical, en las fiestas del pueblo; sin embargo, Dan se ve inquieto por un sentido de culpabilidad.
—Oye Kevin... lo siento.
—¿Por? —Kevin no comprendió la repentina disculpa.
—Por lo de la semana pasada —dijo Dan, suspirando—. Te hice un feo, burlándome de ti y empujándote, delante de todos ellos. No sé cómo accediste a quedar hoy.
—No es nada —Kevin se encogió de hombros—. Estabas molesto, se entiende.
—¿Nada? ¿Cómo puedes decir eso? No entiendo por qué siempre vas con esa actitud.
—A ver —Kevin dejó la guitarra a un lado y le miró, serio—. Dime Dan, ¿cuánto tiempo llevamos siendo amigos?
—Uf, ¡más de diez años por lo menos! —Dan se mostró sorprendido al contarlos.
—Y cada año nos hemos peleado alguna vez, discutido, mostrado diferencias, hasta nos hemos hecho insoportables en varios momentos —se rió entre dientes—. No voy a tirar la amistad por otro momento de esos; además, sé que fue por lo de tu hermano.
—Pues... —Dan quiso rebatirle, pero no pudo—. Tienes razón. Aun así, no debí haberte hecho eso. No tuviste nada que ver.
—Estuve ahí cuando sucedió —Kevin se rascó la nuca, recordando aquel día—. Pude haberlo impedido, esforzarme más cuando le hablé, evitar que diera el paso. No lo hice.
—Lo dio y esa fue su decisión. Y soy su hermano así que, en todo caso, el que debió impedirle era yo —agarró una ramita y la tiró—. Si es que soy imbécil...
Ambos estuvieron un rato en silencio. Dan revivía el recuerdo una y otra vez, en su cabeza, con resentimiento e impotencia. No le cabía en su cabeza que alguien de su propia sangre tomara tal elección, a tan joven edad. Había una duda que también le quitaba su paz.
—¿Acaso alguien fue a visitar al pobre hombre?
—Yo fui al día siguiente y el fin de semana pasado —respondió Kevin—. Estaba casi recuperado, aunque no, no tiene a nadie.
—¿El brazo? —preguntó Dan.
—Enyesado.
—Pues menos mal que fuiste. Debí ir para disculparme.
—No es en él quien tienes que pensar, sino en tu hermano. Tal y como nosotros hemos permanecido codo con codo, celebrando nuestros éxitos, compartiendo frustraciones y dejando atrás nuestros encontronazos, te toca ponerte en serio con él. No quieras que siga hundiéndose en el pozo que se ha metido, sin insistir en seguir siendo parte de su vida. Créeme; aunque ahora te rechace, te insulte, se burle de ti y te empuje, en el futuro te lo agradecerá.
—¿Y si no lo hace, ni cambia?
—Sabrás que lo has dado todo por él. Más allá de eso, como dijiste, es decisión suya.
Two friends, Kevin and Dan, sit on the grass, pulling out their guitars to rehearse some songs. They are getting prepared to practise for a musical event, at the town festivals; however, Dan seems uneasy by a sense of guilt.
"Hey, Kevin... I'm sorry", he says.
"Why?", asks Kevin, not understand the sudden apology.
"For what I did last week", Dan sighed. "That was bad, mocking you, pushing you in front of them. I don't know how you agreed to meet today".
"It's nothing", Kevin shrugged. "You were upset, I get that".
"Nothing? How can you say that? I don't get it, you always go with that kind of attitude".
"Ok", Kevin left the guitar on the side and, being serious about it, he looked at him. "Tell me Dan, we've been friends, for how long?"
"Wow, more than ten years at least!", Dan was really surprised when he counted.
"And every year we fought, argued, shown our differences, even became unbearables many times", Kevin chuckled. "I'm not gonna throw out the friendship for another moment like that; besides, I know it was about your brother".
"Well..." Dan wanted to refute him, but couldn't. "You're right. Even so, I shouldn't have done that to you. You had nothing to do with it".
"I was there when it happened", Kevin scratched his neck, remembering that day. "I could've prevented it, try harder when I talked to him, stopped him before taking the step. I didn't".
"He did and that was his decision. And I'm his brother so, in any case, I should have been the one to stop him", he took a twig and threw it. "I'm a moron..."
Both remained in silence. Dan relived the memory again and again, in his mind, resentful and powerless. He couldn't fathom that someone who shared his blood could be able to make that choice, at such a young age. There was also a doubt that was making him restless.
"Did someone visit the poor man?"
"I went the following day and last weekend", answered Kevin. "He was almost fully recovered, but no, he doesn't have anyone".
"The arm?", asked Dan.
"Plastered".
"Thank goodness you were there, then. I should have gone to apologize".
"Is not him who you should worry about, but your brother. Just as we remained side by side, celebrating our successes, sharing our defeats and leaving behind our clashes, it is time for you to be serious with him. You don't want him to sink deeper in the pit he put himself in, without insisting in still being part of his life. Believe me; though he may now reject you, insult, mock and push you, later on he will be thankful to you.
"What if he doesn't do that, or change at all?"
"You'll know you've given everything for him. Beyond that, as you said, is his decision".
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